sábado, 9 de marzo de 2013


LO MÍO, LO TUYO, LO NUESTRO

       Tal vez porque soy un hombre  único e irrepetible paso parte de mi vida atesorando vivencias, sentimientos  y cosas que me pertenecen, porque son salvavidas que aseguran mi supervivencia y felicidad. Hablo en primera persona del singular, parloteo constantemente yo, mi, yo, mi, en definitiva protejo lo mío.
       Tal vez porque vos también sos un hombre único e irrepetible, como yo, proteges las mismas cosas que yo, porque en definitiva eso es lo tuyo.
       Pero acaso no es cierto que los hombres somos seres sociales que debemos y necesitamos vivir juntos con otros, aunque esto nos genere sinsabores.
       ¿En definitiva que es lo que protegemos?, ¿si lo mío y lo tuyo es lo mismo en realidad no deberíamos considerar que solo se trata de lo nuestro?.
       Muchas personas no se acostumbran a pensar juntos, a decir nosotros antes que yo, a compartir sus pensamientos, a decir sus intereses, a mostrar sus debilidades, a no ocultar sus potencialidades. Creen que son dueños de la verdad, la soberbia los enceguece, los mutila y los encierra en si mismos, dejándolos muy solos aunque estén con millones. Apoyan sus acciones en incansables voluntarismos, en acciones solitarias que le quitan horas a su vida y muchas veces logran buenos resultados recibiendo  aprobación pero no satisfacción.
        Si las personas pudiéramos valorar mejor el diálogo, la cooperación; si lucháramos para encontrar las cosas que nos unen y nos las que nos separan, los objetivos comunes antes que las rivalidades, los intereses similares antes que el propio.
        Si anteponemos escuchar antes de hablar, sumar antes de restar, multiplicar antes de dividir, si compartimos las ideas y la acciones; si lográramos algo de todo esto seguramente descubriremos  el valor de lo nuestro.
Y así descubriríamos que estar juntos ayuda a dividir las penas y a restar las emociones.
       En definitiva como dijo Pappo:

Nada como ir juntos a la par,
y caminos desandar,
el honor no lo perdí, ese héroe que hay en mí,
nada como ir juntos a la par.

Prof. Gemán Lescano.