Prof. Germán Lescano: MI POSICIÓN FRENTE A LAS TIC
“Esa EscuelaLlamada v...: MI POSICIÓN FRENTE A LAS TIC “Esa Escuela Llamada vida”, título de uno de los libros de Paulo Freire, sin dudas fue uno de los pedagog...
jueves, 25 de octubre de 2012
jueves, 13 de septiembre de 2012
MI POSICIÓN FRENTE A LAS TIC
“Esa Escuela
Llamada vida”, título de uno de los libros de Paulo Freire, sin dudas fue uno
de los pedagogos destacados del siglo XX,
en el refleja toda su impronta revolucionaria propia de los años 60 y
70. Utiliza como aula la vida misma que rodeaba la injusta distribución social
en Brasil y toda Latinoamérica. De alguna manera la currícula escolar se
apoyaba en la interpretación de esas prácticas deshumanizadoras en medio de un
capitalismo descarnado e implacable.
Quitando toda interpretación política
del texto, lo cito para ejemplificar de
alguna manera una forma de interpretar la escuela; no es más que viendo la
realidad en la que se inscribe: la vida misma.
Entiendo que las “nuevas tecnologías” son
parte de un proceso de evolución tecnológico que crece y
avanza, del cual ninguno podemos ni debemos quedar al margen, si queremos desarrollar nuestra labor docente
con un viso de seriedad y coherencia con la historia. Ellas te arrastran o te
devoran sin prisa pero sin pausa, como se dijo en las clases presenciales; y
nos obliga a asumirnos en este mundo nuevo para nosotros y tan cercano a
nuestros alumnos.
Considero que estoy parado en medio de
un mundo virtual del que soy parte como usuario y del cual aún me queda mucho por
descubrir y enriquecer. Superé la etapa que me paralizaba o enmudecía ante el
temor de romper mi PC, y en algunas
ocasiones llegué a pensar que podía
estallar ante un clic inadecuado. Parece exagerado pero es vergonzantemente
cierto.
Desde mi espacio en la escuela fueron
los propios alumnos los que me empujaron a este mundo y por obligación asumí la tarea de dar los
primeros pasos frente al ordenador. Aplicar estos conocimientos es todavía una
tarea difícil, sobre todo cuando descubro cosas que los alumnos ya han
desechado
He descubierto ya hace un tiempo, como
el soporte informático virtual logra contener la atención de los adolescentes
por más tiempo, superando la capacidad que tenía mi propia palabra. Pero sin dudas no dejo de
valorar el poder de una charla coherente y confiada de la cual ellos no dudan,
al entender que el interlocutor sabe lo que habla y actúa en consecuencia. Los
jóvenes son más activos en el mundo virtual que adultos pero de ninguna manera
han perdido su percepción de las vivencias interpersonales. Es por ello que
todavía me cuesta asumir que se pueda dar una escuela que solo comunique,
interactúe y logre aprendizajes significativos desde la virtualidad de la “nube
digital”.
A modo de ejercicio personal, subí en mi
blog un posteo sobre la posibilidad que los adolescentes puedan incorporar su
derecho a voto a los dieciséis años e invité a mis alumnos a visitarlo. Recibí
entonces muestras de aprobación y críticas y entre ellas una que me llamó la
atención: profe es muy largo, pero esta bueno. Esto último me lleva a pensar
que no solo debo aprender las nuevas tecnologías, sino también incorporar su
lógica de escritura y lectura. Parece simple pero no será un área sencilla,
sobre todo para un docente de Historia acostumbrado a decir más de lo que los
alumnos están dispuestos o preparados a escuchar.
Por delante me veo ante un
desafío: entender la realidad virtual,
adaptar mis prácticas pedagógicas a las TIC para enriquecer los aprendizajes
mutuos y traducir su lenguaje a mi trabajo docente. Espero estar a la altura de
las circunstancias.
Prof. Germán
Lescano
domingo, 2 de septiembre de 2012
¿VOTAR A LOS DIECISEIS?
Nadie puede estar en
desacuerdo con que se amplíen los derechos de las personas, sobre todo en una
sociedad en donde la libertad parece ser tan extensa e ilimitada, como para
poder justificar que cada uno tiene el derecho de hacer cualquier cosa que
quiera, incluso aquellas que le hagan daño.
Los límites son considerados en
general, como una apropiación ilegitima de derechos. Cuestionamos fácilmente al
que tiene responsabilidad o autoridad y no se le teme a la justicia, que pasa a
ser un valor casi privado y del cual se tiene que ocupar cada uno como pueda.
Hoy a la noche me disponía a
ingresar a la ruta Nacional Nº 11 con mi auto y al ver que podía pasar inicié
la marcha, rápidamente logro ver a mi izquierda una moto sin luces encendidas
conducida por un chico muy joven y un chica atrás, ambos sin casco; pare por supuesto. Pero a unos metros a mi
derecha cruzaban otros cuatros adolescentes a pie, quienes al ver la moto sin
luz aminoraron la marcha parándose en forma desafiante en medio de la calle.
Como respuesta el motoquero aceleró y pasó entre ellos rozándolos con su moto
y propinándoles una serie de insultos.
¿Pero que quiero decir con todo
esto?: cada uno de los participantes, de este hecho sin consecuencias por
suerte, puso en primer plano el ejercicio de lo que ellos consideran sus
derechos: circular sin luces y desafiar al infractor. Sin medir en absoluto
ninguna consecuencia de sus actos.
Esto ocurre en mi opinión, por la ausencia
sistematizada del estado a través del control de las normas, por la débil transmisión
de valores familiares y la carencia de esos mismos valores en la escuela. Estos
son sin dudas los principales educadores de nuestros jóvenes.
Los que somos educadores de adolescentes
vemos a diario estas carencias y somos increpados por ellos para que les
mostremos los límites y les demostremos que los valores no solo están en los
libros de ética y que la moral existe más halla de lo que cada uno siente. Pero
claro, más halla de nosotros mismos nos cuesta encontrar ejemplos suficientes
para que esa teorización abstracta se vea reflejada en hombres y mujeres que
como el ejemplo que di: no manejen sin casco y sin luces y no intenten hacer
justicia por mano propia ante la invisibilidad de la justicia.
Pensar que un adolescente de
dieciséis no tiene capacidad de discernir entre varios candidatos y poder
votar, es en principio una imbecilidad, por lo que la respuesta negativa a la
pregunta del título es inaceptable.
Creo en la capacidad creativa de
los jóvenes, en sus inseguridades, en el pedido a gritos de la imposición de
límites reales, en su agudeza crítica, en su insuperable curiosidad, en la
defensa irrestricta que hacen de sus afectos llamados por ellos “una relación”.
Me asusta particularmente la
posición fundamentalista del oficialismo que propone conceder sin limites
derechos que fueran sustraídos por la derecha o no se quien y de los que ellos
no tuvieron nada que ver. Me
desconcierta la postura pragmática opositora que no se anima a decir que no,
porque sabe que no tiene las mayorías legislativas necesarias para detener o
modificar la propuesta oficial y que con el hecho consumado, tendrá luego que
pedirles a los adolescentes el voto para sus candidatos el año que viene.
No existen derechos sin
obligaciones, será raro al menos poder
votar a la misma edad en donde la
Ley los considera no punibles ante delitos penales. A la edad
en donde a muchos les da lo mismo aprender o estudiar, a la edad en donde son
capaces de tener “una relación” que les dé hijos y no sean capaces de ser
padres.
Por ello les pido a
los adolescentes que confíen en ellos mismos y no le teman al hecho de ampliar
sus derechos y votar a los dieciséis, pero sean concientes que cada derecho que
se ejerce conlleva la enorme responsabilidad de cumplir con las obligaciones
que de ellos surgen.
Prof. Germán Lescano
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